miércoles, 30 de septiembre de 2009

Pegarle a Macri para un trabajo de la facultad es muy placentero

Siendo las 4 de la mañana, acabo de terminar el trabajo práctico que debo presentar ¿mañana? a las 10.

Como estoy insomne a causa de la excitación mental que me produce pegarle a Macri, se me dio por postear algunas de las conclusiones de mi trabajo. Para entenderlo bien habría que leer todo, pero ni da. Igual, el que quiere, se lo paso. Aquí va:

Podemos ver cómo la creencia de que “Para protestar hay que pedir permiso” tiene que ver con la concepción ilusoria, fantástica, de una ciudad que se asemeja a un engranaje.

Funciona armónicamente, y dentro de él, la gente realiza sus actividades y circula con total tranquilidad.

Bajo esta creencia, la protesta está fuera de la ciudad, no pertenece a la gente, y por lo tanto debe pedir permiso para "entrar". La protesta es un agente externo y amenazante que la Policía debe neutralizar en favor de la seguridad social.

En base a esta “fantasía ideológica” el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires intenta, en primer lugar, aplicar el Código Contravencional (que en su artículo 78 establece que el corte de tránsito tiene una sanción de uno a cinco días de trabajo de utilidad pública o multa de 200 a 1000 pesos) a quienes realizan manifestaciones. Y, en segundo lugar, como ya dijimos, propone que se le avise antes de protestar, y promueve la creación de una brigada de la Policía porteña especialmente destinada a regular las protestas sociales.

1 comentario:

Sardinas enlatadas dijo...

Jajaja, te cebaste y me parece muy bien.

El concepto de "cámara oscura" y "encubrimiento" de Althusser puede ser también muy aplicable a nuestro Jefe de Gobierno.

El primero tiene que ver con la idea de representar las relaciones sociales en forma opuesta a como están verdaderamente planteadas. El otro, afirmar y defender la existencia de lo inexistente.

Si Althusser viviera, estaría feliz de haber encontrado un ser que justifique tan a fondo su teoría.

Besos hermanaaaa!