miércoles, 12 de mayo de 2010

Amores perros

Por estos días, el mundo se sorprende y se inclina en reverencia ante Luck, el valiente perro activista que acompaña el levantamiento popular en Grecia, le hace frente a la policía y se banca como nadie los gases lacrimógenos.

Las fotos en plena acción del "perro antisistema" -tal como lo calificó el diario El País- recorrieron los medios de comunicación en todo el mundo, y no faltó alguno que le atribuyera al can el liderazgo de la revolución en Atenas, ya que el animal encabeza todas las marchas.

No obstante, como ustedes saben, no es la primera vez que un canino adquiere un reconocimiento social basado en la sospecha de que bajo su suave pleaje se esconde una psiquis, un alma, una racionalidad de características cuasi humanas.

Allá por 1960, existió en Resistencia, Chaco, un cuadrúpedo bastante particular. Su nombre fue Fernando. Nos cuenta sobre él el Diario Norte:

"Una de sus rutinas diarias era ir a la sucursal local del Banco de la Nación Argentina, donde se hacía presente a las 6 de la mañana para ingresar junto a los empleados y desayunar con el gerente.

El perro tenía acceso irrestricto a cines y espectáculos, y si la función no era de su agrado se retiraba orgullosamente. Al día siguiente el comentario de la función dependía de lo que había hecho el can".



Luego de su muerte, los lugareños depositaron en la figura de Fernando todos los valores sobre los que querían construir su identidad.

Más temprano que tarde, el difunto perro que se había ganado el corazón de los chaqueños se transformó en mito. En torno al animal se gestaron innumerables anécdotas, algunas más verosímiles que otras, de las que nadie puede hoy comprobar su certeza.

Pero eso ya no importa. Lo que importa es que Fernando hoy es fuente de inspiración de los habitantes de Resistencia.

He aquí la estatua que se levantó en su honor frente a la Casa de Gobierno de la provincia de Chaco.


Cuentan que a fines de mayo, fecha en que murió, el monumento recibe anónimas ofrendas florales.

4 comentarios:

NATALIA dijo...

Genial! Sos una ídola, Ro!!!!

Omar! dijo...

Solitaria disidente: cuanta producción e investigación para una nota che! me encantó.
Creo que habra varios canes más de ahora en adelante.
Linda historia.

Beso

solitariadisidente dijo...

Durante algún tiempo, en una redacción, el libro del Perro Fernando (porque sí, el pichicho tiene libro) me sirvió como pad para el mouse. En mis ratos libres lo abría en cualquier parte y me descostillaba de risa con algunas historias... Gracias por los comentarios.

Captcha dijo...

Enorme Ferchu! Mi perro se llama Napoleón y es un inútil.

Le voy a leer la nota. Ojalá se inspire.