lunes, 31 de mayo de 2010

¿Pueblo o gente en el Bicentenario?

Clarín habló de gente. Tiempo argentino dijo "la fiesta del pueblo".

Acá va una nota de Ricardo Forster a la que adhiero...

"Allí, en la ciudad libre y lúdica, tumultuosa y festiva, no estuvo la “gente”, ese nombre forjado para excluir e invisibilizar al otro, para restarle su humanidad transformándolo en una amenaza o en la plebe oscura y sin nombre. La “gente” quedó atragantada en la garganta de aquellos periodistas formateados para diferenciar a los lindos de los feos, a los limpios de los sucios, a los ciudadanos que se manifiestan espontáneamente de los oscuros objetos del clientelismo o del piqueterismo. Allí hubo pueblo, diverso y múltiple, portador de lenguas y tradiciones, amalgama de lo distinto y de lo semejante, tumulto de colores y de grafías. Pueblo que recuperaba sueños olvidados, que se dejaba agasajar después de tantas frustraciones y que rompía en mil pedazos el discurso que nos enseñó a establecer una brutal equivalencia entre multitud y homogeneidad, entre pueblo y monotonía autoritaria, entre la masa oscura y las personas pensantes y autónomas. No estuvo un pueblo bucólico, ni un pueblo virginal. No hubo ni hay pueblo puro."


Nota completa: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-146644-2010-05-30.html

Instrucciones para viajar gratis en taxi

[Nuevamente, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia]

1) Salga de noche, váyase lejos de su casa. Para volver, tómese un taxi.

2) Repare en que el taxista está escuchando un programa radial en que regalan una cena para dos personas al oyente que adivine un enigma propuesto por el locutor.

3) Siéntase, de golpe, hablador. Comente el enigma con el taxista y empecínese en hallar la solución.

4) Experimente un momento de iluminación mental: resuelva el enigma. Vea con asombro la reacción excesivamente alegre del taxista ante su conclusión reveladora.

5) No espere más. No se lamente porque le queda poco crédito en el celular. Llame a la radio. En tanto, cerciórese de que el taxista tenga un 95 por ciento de su atención dedicada a lo que usted hace en el asiento trasero del auto, mientras emplea sólo un 5 por ciento en el manejo del vehículo. No se inquiete, por el contrario, tómelo como una actitud "copada" por parte del conductor.

6) Salga al aire en la radio y diga la resolución del enigma. Después de festejar haber acertado, dese cuenta de que no podrá aprovechar la cena no sólo porque no tiene con quién ir, sino también porque tiene otros planes para ese fin de semana.

7) Al hablar con el productor radial, no lo dude: dé el nombre del taxista como acreedor del premio. Luego, reciba el efusivo agradecimiento del chofer y emociónese junto a él por haber vivido tan extraordinario momento. "El laburante lo merece", dígase para adentro, y ría.

8) Al llegar a su casa, deje que el taxista no le cobre el viaje. Salúdelo amablemente y váyase a dormir con una sonrisa.

jueves, 27 de mayo de 2010

Insulto a la inteligencia

El juego del "Prendé y apagá" de Lapegüe me da ganas de vomitar. La pelotudez humana no conoce límites...

domingo, 16 de mayo de 2010

Instrucciones para tener un 10 en la UBA

[Nuevamente, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia]

1) Involuntariamente, anótese en una comisión pequeña, de ocho, diez alumnos. Es fundamental que haya en ella sólo una persona de su mismo sexo.

2) Llegue tarde a todas las clases. Cuando decimos tarde, decimos entre 20 y 45 minutos tarde. Consiga que no se le caiga la cara cuando el profesor lo mira con cara de orto.

3) Procure que el alumno de su mismo sexo participe activamente en la clase, mientras usted intenta ocultarse detrás del precario alumnado para que nadie note su escasez de conocimiento sobre los textos que se tratan.

4) En ocasiones, forzado por el profesor a participar en clase, mándese cualquiera. Es decir, evidencie que le sobran audacia y sentido común, pero no sabe nada acerca de los temas de la materia. Procure, a su vez, que el alumno de su mismo sexo -quien exhibe los textos subrayados con distintos tonos de resaltador- corrija a la perfección las atrocidades por usted dichas.

5) Gánese, de esta forma, el mal concepto del profesor.

6) Estudie bien para el primer parcial. Conteste todas las preguntas.

7) El día de la entrega de las notas, llegue, como de costumbre, tarde. Reciba el parcial de manos del profesor e inhale sonoramente al ver un 10 en la hoja. Seguidamente, mire con asombro al profesor, de quien recibirá un gesto de resignación, junto con la palabra: "Felicitaciones".

8) Al salir de la clase, escuche al pasar el siguiente diálogo entre el profesor y la persona de su mismo sexo, quien se sacó un 5:

Profe: Sí, no sé por qué te fue tan flojo...

Alumna/o: Creo que me faltó aclarar algunos conceptos...

Profe:
Sí, es raro porque venías bien con la lectura. Es más, yo pensé que tu parcial era el de ella / él (mientras lo señala a usted, que se está retirando del aula con una semi-sonrisa, mutis por el foro)

9) Llegue a la conclusión de que para sacarse un 10 en la UBA hay que ser un olfa o, en su defecto, estudiar, contestar bien las preguntas y tener la extraordinaria suerte de ser confundido con un olfa.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Amores perros

Por estos días, el mundo se sorprende y se inclina en reverencia ante Luck, el valiente perro activista que acompaña el levantamiento popular en Grecia, le hace frente a la policía y se banca como nadie los gases lacrimógenos.

Las fotos en plena acción del "perro antisistema" -tal como lo calificó el diario El País- recorrieron los medios de comunicación en todo el mundo, y no faltó alguno que le atribuyera al can el liderazgo de la revolución en Atenas, ya que el animal encabeza todas las marchas.

No obstante, como ustedes saben, no es la primera vez que un canino adquiere un reconocimiento social basado en la sospecha de que bajo su suave pleaje se esconde una psiquis, un alma, una racionalidad de características cuasi humanas.

Allá por 1960, existió en Resistencia, Chaco, un cuadrúpedo bastante particular. Su nombre fue Fernando. Nos cuenta sobre él el Diario Norte:

"Una de sus rutinas diarias era ir a la sucursal local del Banco de la Nación Argentina, donde se hacía presente a las 6 de la mañana para ingresar junto a los empleados y desayunar con el gerente.

El perro tenía acceso irrestricto a cines y espectáculos, y si la función no era de su agrado se retiraba orgullosamente. Al día siguiente el comentario de la función dependía de lo que había hecho el can".



Luego de su muerte, los lugareños depositaron en la figura de Fernando todos los valores sobre los que querían construir su identidad.

Más temprano que tarde, el difunto perro que se había ganado el corazón de los chaqueños se transformó en mito. En torno al animal se gestaron innumerables anécdotas, algunas más verosímiles que otras, de las que nadie puede hoy comprobar su certeza.

Pero eso ya no importa. Lo que importa es que Fernando hoy es fuente de inspiración de los habitantes de Resistencia.

He aquí la estatua que se levantó en su honor frente a la Casa de Gobierno de la provincia de Chaco.


Cuentan que a fines de mayo, fecha en que murió, el monumento recibe anónimas ofrendas florales.

jueves, 6 de mayo de 2010

Diálogo con una misma VIII

Yo: Boluda, no te gusta ni es lindo. Dejá de mirarlo.

Yo: Perdón, no puedo, está justo enfrente de mí.

Yo: Basta tarada, mirá para otro lado, por la ventanilla, no sé...

Yo: Ok.

[......]


Yo: Uy.

Yo: Qué... ¿otra vez?

Yo: Me miró. Me miró que lo miré.

Yo: ¿Se dio cuenta?

Yo: Sí.

Yo: Quedaste como una pelotuda.

Yo: Bueno total ya me bajo...

Yo: Y siempre te pasa lo mismo.

Yo pienso, yo digo

Colectivo. Cartelito luminoso de la máquina expendedora de boletos: "Indique su destino".

[Mi destino. Como el de todos: la muerte. Tarde o temprano. Todos, todos moriremos y ya no quedará nada, ni razones para llorar.]

-Uno veinticinco.

lunes, 3 de mayo de 2010

Detrás del lenguaje...

Mi sobrino tiene dos años y no distingue entre los significados de soplar e inflar.

"Vamos a inflar la velita". "Inflá", te dice frente al bocado caliente, antes de llevárselo a la boca.

Pienso en la revolución que sucede en su pequeña cabeza antes de emitir cada sonido. Llámenme enferma. Pero pienso que él es (y todos somos) eso que pasa detrás del lenguaje. Eso que se esfuerza por salir pero permanece ahí, no dicho, queriendo decirse.

Somos lo que no podemos decir y vivimos presos de esa soledad indecible que no pedimos y que nos fue dada de manera incuestionable, y que es la vida.

Vivir es no poder decir, y a la vez no poder dejar de intentar, durante toda la vida, decirnos, sin poder jamás conseguirlo. A veces, sin embargo, nos parece que nos decimos, y nos da mucha felicidad.

Pizarnik: "Soledad es no poder decirlo".