Hace unos días, nuestra alegría era plena.
Facundo, de un año y medio, nos hacía reír. Nosotros le decíamos: "Facundo, decí bufanda". Y él respondía: "Patana".
Ayyyy cómo nos reíamos. "Patana", decía el nene. No sabíamos por qué, y nos reíamos.
-Bufanda.
-Patana.
-¡Bufanda!
-¡Patana!
Oh, qué risa nos causaba.
Pero ahora ya no reímos. Hoy es un día muy triste.
Ahora cuando le decimos: "Decí bufanda", dice: "Bufana".
Ya aprendió. Así no vale.
2 comentarios:
lo bueno dura poco! :S
y viene en frasco chico
y si es breve es se duplica
JA!
(suerte que lo filmé, uffffffff...)
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