domingo, 1 de febrero de 2009

Injusticia cósmica

Sé que nadie merece los premios del amor.
Pero ojalá los sucesos del mundo tuvieran una moral, una lógica que pudiéramos comprender. (O sea, hice esto, entonces esto... me pasó esto porque... etc.)

Perdón que diga esto, pero
conocer la dulzura de sus ojos
¿por qué se le concedió ese privilegio a mi alma cobarde?

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