miércoles, 25 de noviembre de 2009

Lo más gracioso que me pasó a causa de un trabajo de la facultad. Resultados

Bien. Pocos (sólo dos) arriesgaron. Aunque perdieron, sepan que tienen mi aprecio y mis felicitaciones por participar.

Al resto que no arriesgó, sepan que los considero unos cobardes.

Resultados:

Muti y Axel22 quisieron volver a verme.

oooh! ooh!! Oooohhh!!

Sí, sí, ya sé que se re sorprendieron.

Prometo cambiar de tema en el próximo post. O someterme a alguna otra experiencia extraña que supere a la que acaba de describirse. Más bien esperen lo primero.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Lo más gracioso que me pasó a causa de un trabajo para la facultad (4ta. Parte)

Cita número 4 (última). Seudónimo: Jason.

Jason: Lucía... ¿Lucía por la canción de Serrat?

Yo: (Sorprendida por la terrible voz de pito de Jason) No, por La Maga.

Jason: ¡Ah! Cortázar, mirá vos.

Yo: (Sé que Jason no me gusta, pero que sepa quién es Cortázar me predispone bien a la charla) Sí, sí.

Jason: ¿Te gusta la literatura, algo?

Yo: Sí, un poco, me gusta.

Seguimos hablando de bueyes perdidos. De por qué nos gusta Rayuela, de lo lindo de la historia... Hasta que en un momento:

Jason: Pero vos sos jovencita, qué tenés... 30, 32...

Yo: (Con el corazón hecho trizas, pero disimulando) ¡Tengo 28! Te voy a matar... (En realidad tengo 25, ESTOY HECHA MIERDA?????)

Jason: Aahh..., bueno bueno.

Yo no le pregunté su edad. No hizo falta. Sabía que era mucho mayor que yo, aunque su voz de pito no lo indicara, y aunque estoy segura de que si nuestro encuentro se hubiera dado por teléfono jamás habría arriesgado que esa voz correspondería a ese físico bastante fornido, con cabeza calva.

Yo: Che, me causa gracia el chico que hace sonar la campana. Me parece que la dueña de acá lo maltrata, lo mandonea mucho, ¿no?

Jason: Sí, totalmente. ¿Vos viste lo que es esa mujer? ¡Es una empresaria salvaje!

Nunca olvidaré la expresión "empresaria salvaje" en la voz de pito exasperada.

SUENA LA CAMPANA

Yo: Chau, ¡suerte!

Jason: (Sonriendo como si estuviera satisfecho por el adjetivo que encontró para calificar a la señora) Chau...


En el próximo post, ¡los resultados!

Si bien yo rechacé a todos, hubo dos de los cuatro que pusieron en su planillita que querían volver a verme... Pueden arriesgar...

Lo más gracioso que me pasó a causa de un trabajo para la facultad (3ra. Parte)

[Tarde pero seguro... prosigo.]

Cita número 3. Seudónimo: Willy

Con Willy sucedió algo extraño. No hicieron falta palabras. Nos miramos y fue casi mágico: los dos lo supimos. No tuvimos ninguna duda: no éramos el uno para el otro.

Es aquí donde comprobé otra falla de este sistema. Uno no necesita de 8 minutos para darse cuenta de que no quiere saber nada con el otro.

En fin. Willy debía tener unos 45, 50 años. Lo vi y me sentí como... ultrajada. Lo miré con miedo, como diciendo... "Y ahora me voy a tener que aguantar el momento desagradable en el que vos, viejo, me querés levantar. ¿Por qué me pasa esto a mí?"

Como les conté, no hicieron falta las palabras. El tipo me miró como diciendo... "Sí, es muy bizarro, quedate tranquila que podrías ser mi hija, no te voy a levantar... Transcurriremos estos 8 minutos de la mejor manera posible, y luego no volveremos a vernos".

Y así fue: Boludez va, boludez viene. Pasó el tiempo y sentí que estaba hablando con un tío, un abuelo, un padre, qué sé yo. Nos caimos bien porque nos tuvimos piedad. Ninguno evidenció lo patético de nuestra situación. Nos mentimos dulcemente.

Recuerdo que le conté que estudiaba periodismo. Cuando sonó la campana, me dijo, con tono paternal: "¡Podés hacer una nota sobre esto!". "Podría ser, ¿no?", le contesté.

Y no hicieron falta las palabras para que los dos supiéramos que había algo raro en mi presencia en ese evento. No sé por qué, pero pienso que me descubrió.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Los más gracioso que me pasó a causa de un trabajo de la facultad (2da. Parte)

[Nótese que quité el gerundio del título, haciendo honor a ciertas clases de redacción periodística que he recibido]

Bien, prosigamos.

Cita número 2. Seudónimo: Muti

Yo: ¿Por qué Muti?

Muti: Me llamo Nahuel. Mis amigos me pusieron Muti...

Yo: Ahhh, claro, claro...

Muti: (Decidido, excesiva buena onda, encarador) Bueno Lucía, ¿cómo estás? ¿Cómo llegaste hasta acá?

Yo: Y bueno, una amiga me lo recomendó... Y vine para ver de qué se trata. Pero tengo algo de desconfianza en este sistema.

Muti: (Exagerando expresiones, como si lo que le dije fuera la cosa más extravagante que escuchó) ¡Epaaaaa! ¿Desconfianza? ¿En la gente?

Yo: (Irritada por su efusividad injustificada) No, en el método.

Muti: (Se sorprende terriblemente, yo no sé qué mierda le pasa, si tomó alguna droga o hace mucho que no habla con gente de otra cosa que no sea el clima) ¿En el método? ¿Por qué?

Yo: Y, por empezar, diez citas me parece poco. El universo de hombres es mucho más grande que diez citas. ¿Por qué debo conformarme con esta reducida oferta?

Muti: (Continúa exagerando) ¡AAhhhhh, bueeeeno! Pero algo es algo, hay que intentar, ¿no?

Yo: (Me doy cuenta de que, como dije la frase “universo de hombres”, ya al pibe le parezco una intelectualosa extraña, que no puede envolver con su actitud ganadora, positiva, bien arriba. Se asusta. El tipo desearía que yo fuese una boluda. Su pose decidida y encaradora retrocede. Entonces, le doy una mano para que hable y, de paso, averiguo cosas que me pueden servir para el trabajo de la facultad) Y vos, ¿qué? ¿No desconfiás de nada?

Muti: Mmm, hay algo que sí. Mmm, ¿vos no pensás que acá hay extras?

Yo: (Haciéndome la desentendida. A partir de ahora soy la boluda que él siempre soñó) ¿Cómo extras?

Muti: Sí, personas que la mina trae para rellenar. Minas que están buenas pero están arregladas. Por ejemplo, esa tipa de ahí me dijo que hace dos horas se anotó para venir y acá está. ¡Y yo tuve que esperar dos semanas para que me confirmaran!

Yo: (Conteniendo la risa, me salió perfecto) Mmm, sí, puede ser... ¿no? Pero bueno, qué vas a hacer... Ahora, cambiando de tema, ¿cuántos años tenés?

Muti: 28.

Yo: ¿Y qué hacés?

Muti: Vendo pinturas... Trabajo para una pinturería y recorro BLA BLA BLA BLA BLA

[Mientras Muti habla, yo comienzo a recordar su sospecha sobre posibles extras que me había transmitido minutos antes, recuerdo lo que le contesté y me río sola]

Muti: Sí, ¿viste? Es terrible...

[Evidentemente, él se piensa que me sonrío porque algo de lo que dice me causa gracia y se entusiasma más en su exposición. Para esta altura ya me está contando que a los 19 años se fue a vivir con su novia y BLA BLA BLA......]

SUENA LA CAMPANA

Muti: ¡Aaaay! Qué pena. Me daban ganas de seguir hablando...

Yo: (Sonriendo) Ay, sí, sí. (Recordemos: soy boluda y actúo como una boluda frente a él, lo de “universo de hombres” fue un desliz que no sabemos de dónde provino. Ahora soy su mujer ideal) ¡Chau!

Muti: Chau, chau.

En el próximo post sigo con los dos que quedan...!

jueves, 12 de noviembre de 2009

Lo más gracioso que me pasó haciendo un trabajo de la facultad

Día: Miércoles 11 de noviembre

Trabajo: Video Documental de 10 min.

Tema elegido: Solos y solas

Lugar: Un bar en el centro de Buenos Aires.

Entrevistada: La dueña de una empresa que organiza Citas Express para encontrar pareja. Te anotás, vas al bar y allí tenés citas de 8 minutos con 10 hombres/mujeres distintos. Llenás una planilla en la que decís si te gustó o no el que tenés en frente y después te enterás si se formó o no la pareja.

Periodistas: Dos compañeras y yo.

Bien.

Llegamos y la dueña nos dice:

"Sucedió algo muy malo para mí pero que puede ser muy positivo para ustedes. Tengo más hombres que mujeres y hay tres caballeros que están sentados mirando el techo. Ustedes pueden prestarse al juego y a la vez conocen desde adentro cómo funciona".

A los dos minutos estábamos las tres con cartelito y seudónimo (el mío era Lucía), sentadas cada una en una mesa (la mía era la 21) y con un tipo rotativo en frente.

En el poco tiempo que duré allí tuve la suerte de conocer a cuatro hombres. Lo que me acuerdo de ellos, paso a detallar:

Cita número 1. Seudónimo: Axel22

Axel22: (En pose de langa) "Soy profe de educación física".

Yo: (Mirando sus pectorales) "Ah, pero además de deportes, hacés fierros" (El tipo estaba más inflado que el muñeco de Michelin)

Axel22: (Atacado)Sí, claro. Los fierros son un complemento. Si no hacés fierros te podés lesionar. ¿Qué le pasa a Nadal? Se lesiona porque BLA BLA BLA BLA BLA BLA...

[Después de 8 minutos de explicaciones sobre entrenamiento deportivo que casi no escuché, pero durante las cuales asentí y me mostré interesada haciendo preguntas, como si me importaran... Suena la campana y hay que cambiar de mesa]

Yo: Bueno, adiós...

Axel22: Chau, chau...


Me tengo que ir, en el próximo post, les cuento las tres citas restantes... Jaja!

lunes, 2 de noviembre de 2009

Consigna nazi

Es sabido que los programas radiales pedorros tienen consignas del tipo: "Qué travesuras hacías cuando eras chico", "Cuál es la mejor factura para acompañar el mate" o "Qué heredaste de tu viejo", para que los oyentes llamen y dejen mensajes patéticos grabados que encima se cortan antes de que el tipo termine de hablar.

Pero lo que escuché ayer superó todo.

Con motivo del Día de los Muertos, en Radio 10 pusieron la consigna: "¿A quién querés ver muerto?".

Me quedé escuchando los comentarios de los oyentes, y algunos eran terribles: "A los delincuentes", "a los políticos", "a los corruptos".

Pensé en lo grave de esta situación. Pensé que es terrible que todavía sigamos pensando que la causa de nuestros males radica en un grupo social imaginado, al que es válido desearle la muerte, exterminarlo... Pensé que de un pensamiento como ése surgió el Holocausto.

No podemos seguir pensando que el error está afuera.